Melancolías...

Donde vagan las melancolías
en el lugar del acecho al tiempo,
duermen las ansias que todavía
sacuden el alma a todo momento.
Y estás ahí, mirando mi reflejo
en las simple y constante monotonía
de una soledad que a ti la semejo
con el rostro perdido, de ajenas hipocresías.
No me deleitas y eso es estar moribundo
porque se acaba el amor y con el el deseo
de vivir a tu lado, de soñar nuevos rumbos
que parecen lejanos y ya casi no veo.