Un poema épico

Peleaban los titanes por su amor
Es que su belleza era un regalo del cielo
Peleaban fuertemente con honor
Para alzarse con el más grande trofeo.
Rugían los guerreros en lucha
Presumiéndole así a la dama
Ella no los ve, no los escucha
Es como una muñeca de porcelana
Competían diariamente los colosos
Por el amor de esa doncella
Sin saber estos celosos
Que ninguno era digno de ella
Era ella dulzura, solo un suspiro
Quería palabras que llenen su alma
Poesías, canciones y romanticismo
Quería un amor no un guardaespaldas
Peleaban los titanes desde aquel día
Solo con sus trovas más bellas
Conquistando a su amor con poesías
Inspiradas solo por esa doncella
Que regaló a los hombres una sonrisa
Desde lo alto de su pequeño balcón
Que bajaba a sus almas como una caricia
Dulces golpes que recibe el corazón
Hermosa armonía que junta a rivales
La música bella de lírica estrofa
Trovaban bohemias notas musicales
Los luchadores de palabras filosas
Ninguno fue dueño de su amor absoluto
Los dos compartieron todos sus suspiros
Y a veces se juntan en un siamés tumulto
Para componer sus melodiosos trinos
Pablo Berkell