A Yvonne:
Quince Navidades.
Quince soles de Febrero.
Quince velitas se encienden para alumbrarte el camino de ida de horizonte abierto.
Hace quince años y cuatro meses anoté algunas palabras que se me ocurrieron.
En ese entonces no sabía si ibas a ser Solange o Ivonne, mientras tu mamá te mecía impaciente con el murmullo de su sangre:
“Cinco meses……….. y das vueltas orgullosa con tu vientre azul…….” O algo así, te acordás Anahí? Y luego……….con tu pelito rubio al viento: “Hamacame fuerte-me decías- quiero tocar el cielo con los pies”.
Claro.
No calculabas los metros que te separaban del cielo.
¿Para qué? Estaba tan alto, tan inmenso y el corazón no necesita un avión a chorro opara tocar las nubes.
Y tu risa era una cuchara de plata tintineando en el cristal del aire.
Sabés? La niñez deja agujeros que ningún hilo podrá zurcir jamás , y por esos agujeros se cuela un aire tibio y escapa una mariposa celeste de la inocencia.
Ya has dejado de ser una nena para todos los que te ven. A nadie se le ocurriría regalarte una muñeca…..
Pero yo…………….
Que recuerdo tu primera batita y el primer dientito que se te cayó, te miro y te veo así de grande como estás hoy, y al mismo tiempo, así de chiquita como eras.
Ay, chiquilina, cómo creces! Por más que tu mamá y yo queramos verte hecha de sol y azúcar.
Igual que las flores.
Creces sin hacer ruido.
Al igual que las flores te llenas de esplendor de magia. En tu senda fuiste dejando retacitos de infancia en las muñecas, y sabemos que algo a partir de ahora se nos escapará .
Y se volverá secreto.
Sabés cómo le hubiera gustado a tu abuelo ver cómo estrenas este día? Pero no te preocupes, pequeña, él, como siempre, está levantando su copa aquí entre nosotros, en este territorio inmenso donde habitará eternamente.
Mírela, Fenio!
Con un giro de alondra en vuelo ella es un huerto ahora, todo se vuelve dulce en su cuerpo y risa.
Jesús…………
Por esa luz que entibia su corazón, sigue sus pasos con silencio de rosa y puntualidad de amanecer.
Haz que su dicha sea como el polen que las abejas, los picaflores y el viento desparraman en campos y praderas, en valles y montañas.
Que su dicha se multiplique como una siembra y sea harina alba en todos los panes.
Oh , Dios!
No es necesario que conozca la sed del desierto, ni la soledad del precipicio, ni la luz sin trinos.
No le des un vergel.
Sólo un jardín infinito que perfume sus días e incansables luciérnagas que alumbren su sendero. Ivonne…
Dulce.
Tierna.
Tibia.
Detenida en el tiempo.
Arrullada por tu primer amor.
Niña-mujer.
Nunca olvides aquellas canciones en esa región oculta en la que te acunaba con un:
Arrorró mi niña
Arrorró mi sol
Arrorró pedazo
De mi corazón………………….