Sueño de mi Ensueño

Sueño de mi Ensueño
En mi ensueño percibí que contigo soñaba, la noche avanzó y llegó la alborada,
y del embeleso jamás me despertaba.
Ah, dulce nocturnalia, rosa, a un rosario engarzada.
persistente recuerdo de la noche
al llegar la madrugada.
Fue un grato persistir
de tu presencia amada,
las horas, los segundos eran todo,
eran nada;
entre la emoción y los nervios
que en mis manos y fauces cabalgaban.
Tú siempre persistías,
cuando el espectro de la oscura noche
con el amanecer se alejaba.
La vivencia se ha quedado anclada
en el recuerdo ansioso de la luz de tu mirada,
y allí busca mi retina, el hechizo de tu mirada
y los nítidos encantos
del alegre perfil obnubilante
y deseable de tu cara.
El perfil de tus mejillas
que mis sueños y ensueño
aún al amanecer y el pasar del tiempo
este mi sueño recordaba.
Es amor, es distancia,
es una pasión anclada,
Un enorme calor que abrasa mis entrañas
es deseo y es angustia
que arañan hasta el alma;
es pensarte y soñarte a lo lejos,
tan cerca de los montes, los volcanes en calma
o es Popocatépetl que despierta
con emanaciones blancas.
Y tú, a lo lejos, contemplas los destellos
de las tardes tranquilas
del Valle de Los Ángeles guardianes, sempiternos que atalaya
El Atlixco y Chipilo en lontananza.
El perfil de la Dama no dormida,
Que es blanca y es morena,
y Tú como una rosa tan roja y encarnada
flotando en los azules del cielo y su distancia.
como rosa de vino y engarzada en el bouquet anhelante
rodeada de inocentes rosas blancas.
La rosa, la soñada, morena rosa maja
Rosa oscura, encarnada,
atada a los recuerdos, unida a mis ensueños
de esperanza lejana, de amor en lontananza.
Quizá se acerque el día
del retorno anhelado a la tierra soñada,
y culmine el errante caminar en el Norte
y quizá muy despacio llegue al valle del alba
Y culmine el trashumante deambular irredento
Y el probar en tierra ajena
El salobre sabor de aguas amargas.
Y logre mirar de cerca y apreciar comedido
la limpidez de tu alma y cálida mirada.
y sea el soñar despierto
o el despertar del sueño
el beso de las almas.
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ELI TANGUYU