Porqué ardes en el ocaso de mi vida.
Porqué quieres ser rescoldo,
ceniza templada que lentamente se enfría.
Porqué llamas que asemejan colores dorados
A veces negros y otros muy rojos.
¿ Es tu despedir anunciado ?
Me tildas de tantas cosas
y bien sabes que no.
¿ Es presagio de un adiós premeditado ?
Hoy mi corazón se hace parte
de un glaciar fracturado, desgajado.
Tal vez tormenta, o relámpagos de mil rayos
que caen a tu mar siempre alborotado.
Destrozado, derretido, soy isla flotante,
sin rumbo en ese tu frío mar.
Montaña que lame tu sol
alborada de mi último despertar.
Atrás queda el contraluz de mil palmeras
a modo de verticales montañas
que señalan al cielo azul.
Mas las casacadas de nuestros ríos
aun quieren hablar.
Un trueno en el desierto sonora
y dibuja un solitario captus.
Ecos que me envuelven, telúricos temblores
ensimisman y entristecen mi alma.
Arcoiris que libera tu laberinto perdido.
Sueños que no terminan,
todo fue irreal, fantasias, egoismo
es tu repuesta.
Ante tu evidencia, solo me queda
ser imaginación de un "Lago azul"
en mi cielo.
Jose I Roca H
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