Joaquín es adicto a las canciones,
Esas que a mi me hacen llorar,
Inventa mil y un cuentos,
Para que yo, pueda soñar y soñar.
Joaquín no tiene miedo al cuando será,
Joaquín es algo dulce como la miel,
Se agarra fuerte y se coge a mis brazos,
Cuando cree que va a caer.
Joaquín ama la noche y duerme de día,
Joaquín es algo así como un quizás,
Despierta a la luna cuando se duerme,
Y la invita a bailar y bailar.
Dulce suspiro, que a mi me mata,
Alma de loco, guarda sonrisa,
Para mañana.
Se que estarás cuando regrese,
Ayúdame, hazme soñar,
Coge mi mano, para volar.
Joaquín no entiende las leyes del amor,
Prefiere un buen verso, una buena canción,
Cuando quiere regalarme el corazón,
Me la canta, hasta quedarse sin voz.
El cielo como testigo de los secretos,
Que el va contando, mientras despierto,
La sonrisa que amanece en su cara,
Cuando lo miro, tumbado, sobre la almohada.
Dueño de la vida de los locos,
Que gritan cuando no tienen que decir,
Wisky, de rebaja en la nevera,
Lo acabamos los dos, esta va a medias.
Dulce suspiro, que a mi me mata,
Alma de loco, guarda sonrisa,
Para mañana.
Se que estarás cuando regrese,
Ayúdame, hazme soñar,
Coge mi mano para volar...