Se acabaron las horas de esperas soñadas,
Se acabaron las lágrimas de dolor,
El caminar por aguas agenas ,
Se acabó compartir con agenos el amor.
Los días pasados que quizás, madurez me trajeron
Terminé con las cadenas que me obligan a arrastrar
Los sentimientos que de amistad cubrieron
A aquellos que no se supieron arropar.
Se acabó el no valorar mi persona,
Y caminar tras de huellas que se desvanecen
Pues ya no piso la tristeza
Por personas que no lo merecen.
Se terminó el rogar de mi conciencia,
Cuando ella, inmaculada, careció de suplicio
Que esas esas personas hoy la valoren
Si alguna vez fue más que vicio.