Ya es suficiente amor

Tu fantasma ambula en mi mente,
como antes esperándome en la vereda,
tu cabello el suave viento enreda,
con sagaz mirada despampanante.
Te deslizas en cadencioso movimiento,
a la luz de la luna desvanece
tu silueta perfecta. Al alcance
de mis manos estabas en momento.
Quizás el viento en susurro te pide
que me des un beso. Estoy exaltado
al ver tu rostro bellamente nacarado.
Pero como siempre por ti nadie decide,
mientras cada noche mi corazón se debilita, latiendo ya sin tesón.
Autor: Alcibíades Noceda Medina