-Desde mi libertad-

Hola amor mío,
quisiera decirte en esta noche
tan oscura y triste para mí,
en la que me siento tan sólo
y tan distante de ti
que te extraño más que nunca
y que no te puedo olvidar.
Tal vez es que es demasiado pronto
para sentir desde esta libertad
que sin querer he encontrado
que observo un mundo más intenso
que el de tus sentimientos.
Pero solo sé que sin ellos tengo frío,
pues eran como esas mantas
de invierno que me arropaban
cuando estaba junto a ti.
Y ahora, ya ves,
aferrado a los botones de este
estúpido teclado pensando en ti
y despreciando intensamente
esta libertad que me has dado.
¿Sabes?, ¡no la quiero!,
en ella no tengo tus besos,
ni tampoco tus caricias.
Solo un vacío inmenso
lleno de tristeza y agonía,
y una fría soledad que me mira
a los ojos cada vez
mas enamorada.
Necesito tenerte cerca,
escuchar tu respiración
mientras duermes a mi lado,
a la vez que te abrazo
tiernamente y lloro sin que tú
lo sepas por hacerme ser
tan dichoso al sentirte tan enamorada.
Amor mío,
¡no sabes cuánto te echo de menos!.
Sé que ahora duermes sola
y que tal vez no le des importancia
a mi ausencia.
Pero yo me abrazo a la fría almohada
tratando de encontrar una boca que no existe
y que con mi fantasía me la invento
convencido de que es la tuya
e imaginando tu rostro
observándome feliz.
Mas cuando se cuelan los primeros
rayos del sol tan calentitos
resulta que sigo teniendo frío,
cada vez más frío.
Y es porque cuando abro los ojos
desde hace casi un mes, descubro
que estoy en la playa de mis lágrimas
con nubarrones oscuros sobre mí.
Amor mío,
piensa al menos que no quise
perderte de esta manera
tan dolorosa y fría.
Y que el sol, algún día, vuelva
a calentar nuestros corazones.