TE MARCHASTE DE NUEVO

Te marchaste de nuevo amaneciendo
con la calma sutil de los acentos.
Te busqué donde siempre te encontraba
aunque no habías estado nunca antes.
El espacio en mi mente que ocupaste,
hoy lo invade un silencio enrarecido.
¡Esta noche te extraño y la distancia calla!
No voy a suplicarte que regreses
por más que abras el margen de las cosas.
Te extraño entre la escarcha y te imagino
desvestida de ambages cotidianos.
Mi voluntad se come habitaciones
donde solo pernoctan las arañas.
Es el tiempo del tímido retorno
al sitio en que guardamos la confianza.
¡Esta noche te extraño y el dolor golpea!
Estuviste en las normas y en el uso
largamente feroz de los minutos.
Estuviste vertida como aceite
que flotaba salvaje sobre mi alma.
Te marchaste de nuevo amaneciendo
con la calma sutil de los acentos…