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Categoría: Desolación

UNA NIÑA LLAMADA AMORES No.7

Así en mi destierro, orfandad rancia,
renacen los años como hormigas,
desierto, sediento, carente de gracia
sin tu hálito de flores con que mitigas.
Pasan uno, dos, tres gélidos inviernos
rueda el espacio y no percibo tu destello,
mi tiempo se acaba, no logramos vernos
para que acicales nuevamente mi cabello.
Reposaron peregrinos en mi historia
cinco años mas, sin triunfos que contar,
vanamente pude reconquistar victoria
en la escaramuza del nunca olvidar.
En brazos del tormento cante lo bello,
entone alegre la pena que me asiste,
a mis cuitas alegre y guarde con sello
en un sarcasmo intenso pero triste.
Las nieves crueles se sientan en mi cien,
como diciéndole al pasado, viene lo viejo,
la juventud que albergue se fue recién
confirme arrugas y canas en el espejo.
Cediste pesadumbre que ahonda la pena
fugaz sueño intangible lejano, concluido,
arrastrándome vivo triste y cruel condena
en mi pena buscaré refugio en el olvido.
El abandono tarda, remisamente llega
en el corazón que parece conformarse,
mas en el fondo del alma una voz clama
que no existe corazón donde abrigarse.
Y yo, sin la intranquilidad del suicida,
ni el pavor del feliz, ni el miedo inerte,
cual criminal furtivo, aguardo tu venida;
sabiendo que igual a todos es mi suerte.
Estoy que muero y a diario no muero
convertido en vino añejo sinsabor,
fermentando mis pies, sin el maduro dolor
de sufrir en sangre viva por el amor.
En mi penar me embrolle en amores,
que no eran tu, si no pasajeros
refugie mis poros en extraños ardores
sin calmar así mis remotos miedos.
Me envuelve la soledad de estar acá
rodeado de gentes, vanamente sin estar,
estoy, mas no estas, esta es mi estaca
enterrada en una fosa inútil de tapar.
Fallecido me encuentro, cadáver;
rondando mis noches afligidas,
hurgando entre tierra de mi huerto
el estiércol fecundo de mis semillas.
Prisionero en el encierro de tu falda,
censurado eterno, sin tregua a tu castigo
acaso he de vivir exilado a tu espalda
en el camino que a duras penas mitigo?
Errante entre almas, deposito amores
afanoso de ideas para ornarte la frente,
sin embargo el pecado crea temores
tornado negras el agua de mi fuente.
Contemplando otros ojos, otro aliento,
sin recuerdo que fatigue mi pena
añoro en la hora que a mi piel desmiento
tu aroma infantil que me condena.
Sin pensarte me persigues en las tardes,
y vivo idiota, pretendiendo esconderte;
imploro que menos sea, pensar esperarte
y aun así en mis reminiscencias acecharte.
Las palabras se han caído en la espera,
en los espacios desocupados por ti,
no encuentro la paz aunque quisiera
en anónimos brazos, desterrados de ti
Soy colección de momentos contigo,
álbum agricultor de sueños opacos,
donde en sus paginas vivo y persigo
mis soplos de amor que fueron pocos.
¿Cuándo veré tu morada?
¿Cuándo aparecerás ante mi?
Quizás soy un despojo de tu tiempo,
tal vez se trataron de migajas bondadosas
que dejaste en compasión por mi,
secuelas de certeza de que existo
o de presencias nocturnas en el alma;
tal vez las bocas que he besado
o las manos que castas me acariciaron,
adelantaron las canas mías,
sin saber que soy preso de los ojos tuyos.
No sé, es duro definir el sufrimiento
cuando se está dentro de él.
te siento, eres indudable, vivo de ti,
respiro de ti y no me sofoca decirlo:
me haces falta necesariamente,
pero qué eres tú, si no una alegoría
de mi relación infructuosa con el cosmos,
cuando mis manos se arrugan de necesitarte
y le dan al aire las formas de tu cuerpo.
Qué soy? si no yo mismo, una ranura,
un gran abismo de mi oscura vida
sin suelo que pare mi caída,
y en mi vejez dura, prematura,
tengo para ti mis ganas que son muchas,
ganas, ganas de seguir un pie adelante
cargando en mi boca polvorosa
costales llenos de besos para darte;
con mis ojos desnudos, ávidos de ti,
esperando en mi crepúsculo
que por fin aparezca la noche
y florezcas de pronto, calida,
pulcra, ocasional, imprescindible.
La eternidad está colgada
en las paredes de mi frente,
me mira abrazando, acariciando
el miedo y tu despedida,
mas todos piensan por su parte,
que moldeamos el futuro
en nuestras manos como arcilla,
queriendo darle forma en un instante
y mirarnos en el cuadro del infante.
Atrapado entre lo fugaz y lo eterno,
entre historias que no son mías,
creo fábulas aún no escritas,
deseando que se publique mi cuento;
pero mi destino es un tintero
sediento de tu nombre,
de palabras y lazos que te aten a mí.
Hambriento de escribir tu mirada,
de enjugar tus besos con mis carnes,
de parir vocablos con tus alas
y en tu timidez acariciarte;
darme entero, desollado, desnudo,
ignorante de ti, aprendiz de mi,
rebosando mi futuro oscuro
en tus pies nacarados.
Datos del Poema
  • Código: 126449
  • Fecha: 22 de Julio de 2003
  • Categoría: Desolación
  • Media: 6.74
  • Votos: 163
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,763
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: Desolado
País: PanamaSexo: Masculino
Fecha de alta: 11 de Diciembre de 2006
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