Alzo mis manos al cielo
como queriendo tocar a Dios,
quiero llenarme de su paz
para seguir tranquila mi caminar.
No entiendo a mis semejantes
no entiendo tanta maldad,
tanta envidia, tanto rencor
para llenarse tan solo de vanidad.
Todos somos hijos de Dios
en todos late un corazón,
blancos, negros, amarillos
no tenemos ninguna distinción.
Me da pena la pobreza
de algunos seres humanos,
me da rabia la opulencia
que no es capaz de ofrecer una mano.
Faltan más santos en este mundo
para cambiar la humanidad,
estamos arruinando nuestro planeta
necesitamos urgentemente una sanidad.
Alzo mis manos al cielo
buscando entendimiento,
Dios debe estar muy ocupado
que no escucha mi sentido lamento.