Nunca quiero perderte

Te acompañaré a donde vayas,
por caminos empedrados
o de rosas rojas tapizados,
por que se que cerca te hayas.
Como nunca quiero perderte,
pendiente de ti permanezco,
feliz me pongo de poder verte
tan cerca y firme como obelisco.
A tus clamores, la presencia
en el tiempo seguía ausente,
el corazón palpita por dolencia.
y del desazón era su causante,
el rostro feliz perdía la gracia
y ansia al amor verle presente.