Desármense los prodigios, cual estantes decorados
Los azules tan calados de tanta estrella cayendo
Mi alma se va vistiendo de los colores del tiempo
Que se van sobreponiendo a la tarde y sus morados
Y si algo aun faltase, en los grises que han mermado
El silencio triturado, grita!, se han hecho las paces!..
Y replican los compases, de algún rostro acabado
Que dice ser obligado, a detectar sus bondades…
No son estas, las cualidades, de mi vecino el viento
Tal vez, crea, por cierto, que al grito, le va surtiendo
Y se va sustituyendo, con otras realidades
Al soplar sus tempestades
Cuando el sol las va curtiendo!.
María Verónica García