Puedo hallar palabras bellas
para describir tu rostro,
pero no habrá en todas ellas
elocuencia suficiente
para describir realmente
el valor de tu persona.
Puedo recurrir a muchas
formas nuevas, diferentes,
de describir tu hermosura;
la majestad de tu frente,
la esbeltez de tu figura,
y en tus ojos la ternura
de tu mirada vehemente.
De tus cabellos la seda,
de tus labios la ambrosía;
pero nunca habrá palabras
suficientes con que pueda
abarcar el suave encanto
que irradias en tu alegría.
Pues tu eres más que palabras,
eres más que descripciones,
eres más que el fiel resumen
de todas mis ilusiones;
con tu paz y tu armonía,
con tus dulces emociones,
tu eres, mujer, ¡la Poesía!-
Eduardo Ritter Bonilla.