- No me digas adios.

No me digas nunca adios
porque estoy lleno de despedidas
tampoco me digas quizás,
porque lo incierto siempre fue nunca.
y crecerá el dolor que en mi alma anida.
Porque te extraño antes de partir,
y te añoro cuando solo en el teléfono
me encuentro con tu voz metalizada.
O presiento cuando llegas a mi puerta
y con tanto que decir ,mi boca esta callada,
o mis demandas se transforman en silencio
y mi reciente claridad, se torna incierta.
Porque quisiera darte todo
para que pudieses elegir,
así saber cuál es mi espacio y cual mi tiempo,
y si viera que no existen o lo intuyera
partir rápido, porque duele menos
el saber que nunca fueron míos los momentos,
aunque ya, ningún dolor por vos será pequeño
ni siquiera es dolor, ya es cruel tormento.
Porque será que no siento has advertido
que buscando lo ideal, desechas lo posible,
y en esa búsqueda no quisiera que te pierdas
ni siquiera te confundas, al dejar esta apacible
isla de amor, que dejando mi vida he construido.
Por eso y tantas cosas más
no nos despidamos nunca.
Yo porque te quiero,
vos porque estas empezando a ver otra calidez
o un tiempo nuevo, que no tendrías que perder
para saber que vale, y creo que lo sabes
aunque presumas ignorar,o pretendas no creer.
Así que amada mía, regalémonos los tiempos
que no figuran o están agendados en convenciones.
Porque ni el trabajo ni tampoco obligaciones
nos dejaran amor, afecto, ni ternura…. Tan solo vientos,
que pasaran sutiles, sin vestigios y nos dejaran solos
en un mundo hostil, donde solo es cierto
que cuenta querer y ser querido
y cuando se da parece un cuento
que no sabemos recibir puros y abiertos
con miedo a explorar ese camino nuevo,
difícil, cambiante, pleno de alegría y también dolor, ese
que algunos suelen llamar amor
y otros no sentirse muerto
Y si por vivir estas experiencias
de alegrías, lágrimas, ausencias y legados
me tocará más que ser feliz, haber llorado
será por dejar vivir mis sentimientos.