Selva larga

Natural nerviosismo
oculta
belleza del arcano
comparable con su suave andar
Cervatillo
sigiloso rociado de oscuridad.
Granadas en florecillas
se expanden al atardecer
rumiar de la gacela atenta
gotas de reverdecer.
Castillos de pastos se alzan en la maleza
dibujando el lento palmear del ave
embravecidos de tanta espera
¡Caídas hojas de verano!
Sinuosas carpetas de cristales
extinguen la madre selva
entre tupidos abrojales
bañada de pena ajena
Inmensidad del tiempo
en armonía sonora,
dulzura de aguaviento
verde pérdida abrumadora
Columpia la sinalefa
silentes bramidos,
silentes quejidos,
cubriendo el andar macilento
del adherido nido.
Actúa,
despertar humano
deja ya de contaminar.
Esa selva larga,
plena de amor.
!Vida nueva ella nos da!
María Ysabel Camacaro