Con la mirada fija... como canoero remando,
Que aun marchita advierte, divisa la remansa,
Entre viento y brisa... desde su timón alcanza,
Recorrer con sapiencia...cauteloso navegando.
Es el nácar que arrimó y atraco con sus cabellos,
Dejando huellas ancladas,con el tiempo demarcadas
En detrimento su seño..sus tersuras van plizadas,
Declinando en razgos y vestigios, que son sellos.
Con esa espera ineludible,que llega y nos abraza,
Donando al ritmo...en cada paso fuerza y lozanía,
Anunciando que podemos llegar,sin emplazar proeza
Allí está..la prudencia, la constancia,la coraza,
De una dama o caballero..que muy eximio marcaría,
A un erudito que el tiempo,graduó por su destreza
(Elevemos votos por que nuestros ancianos tengan
Una digna vejez....POR QUE LLEGARON ..........)
Muy bién logrado este soneto amigo y todo lo que contiene en él. Nunca debemos olvidarnos de quienes han llegado a la vejez con esa paciencia, templanza y coraza, además con un saco lleno de sabidurÃa por lo años pasados. Gracias por tener tan lindos sentimientos y que gusto leerte de nuevo. Mis votos maximos... Vicky