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Categoría: Mensajes de Paz

Excelencias de la ley de Dios

Bienaventurados lo perfectos de camino,
los que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
y con todo el corazón le buscan;
pues no hacen iniquidad
los que andan en sus caminos.
Tu encargaste que sean muy
guardados tus mandamientos.
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
para guardar tus estatutos!
Entonces no sería yo avergonzado,
cuando atendiese a todos sus mandamientos.
Te alabaré con rectitud de corazón
cuando aprendiere tus justos juicios.
Tus estatutos guardaré;
no me dejes enteramente.
¿Con qué limpiara el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
Con todo mi corazón te he buscado;
no me dejes desviarme de tus mandamientos.
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Bendito tú, oh Jehová;
enséñame tus estatutos.
Con mis labios he contado
todos los juicios de tu boca.
Me he gozado en el camino de tus testimonios
mas que de toda riqueza.
En tus mandamientos meditaré;
consideraré tus caminos.
Me regocijaré en tus estatutos;
no me olvidare de tus palabras.
Haz bien a tu siervo; que viva
y guarde tu palabra.
Abre mis ojos, y miraré
las maravillas de tu ley.
Forastero soy yo en la tierra;
no encubras de mi tus mandamientos.
Quebrantada está mi alma de desear
tus juicios en todo tiempo.
Reprendiste a los soberbios, a los malditos,
que se desvían de tus mandamientos.
Aparte de mi el oprobio y el menosprecio,
porque tus testimonios he guardado.
Príncipes también se sentaron
y hablaron contra mí;
mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
pues tus testimonios son mis delicias
y mis consejeros.
Abatida hasta el polvo está mi alma;
vivifícame según tu palabra.
Te he manifestado mis caminos,
y me has respondido;
enséñame tus estatutos.
Hazme entender el camino de tus mandamientos,
para que medite en tus maravillas.
Se deshace mi alma de ansiedad;
susténtame según tu palabra.
Aparte de mi el camino de la mentira,
y en tu misericordia concédeme tu ley.
Escogí el camino de la verdad;
he puesto tus juicios delante de mí.
Me he apegado a tus testimonios;
oh Jehová, no me avergüences.
Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanches mi corazón.
Enséñame, oh Jehová, el camino
de tus estatutos,
y los guardaré hasta el fin.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley,
y la cumpliré de todo corazón.
Guíame por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo mi voluntad.
Inclina mi corazón a tus testimonios,
y no a la avaricia.
Aparte mis ojos, que no vean la vanidad;
avívame en tu camino.
Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
Quita de mi el oprobio que he temido,
porque buenos son tus juicios.
He aqui yo he anhelado tus mandamientos;
vivifícame en tu justicia.
Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
tu salvación, conforme a tu dicho.
Y daré por respuesta a mi avergonzador,
que en tu palabra he confiado.
No quites de mi boca en ningún
tiempo la palabra de verdad,
porque en tus juicios espero.
Guardaré tu ley siempre,
para siempre y eternamente.
Y andaré en libertad,
porque busqué tus mandamientos.
Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
y no me avergonzaré;
y me regocijaré en tus mandamientos,
los cuales he amado.
Alzaré asimismo mis manos a tus
mandamientos que amé,
y meditaré en tus estatutos.
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
en la cual me has hecho esperar.
Ella es mi consuelo en mi aflición,
porque tu dicho me ha vivificado.
Los soberbios se burlaron mucho de mi,
mas no me he apartado de tu ley.
Me acordé, oh Jehová, de tus juicios
antiguos y me consolé.
Horror se apoderó de mi a causa de los
inicuos que dejan tu ley.
Cánticos fueron para mí tus estatutos
en la casa en donde fui estranjero.
Me acordé en la noche de tu nombre,
oh Jehova, y guardé tu ley.
Estas bendiciones tuve
porque guardo tus mandamientos.
Mi porción es Jehová;
he dicho que guardaré tus palabras.
Tu presencia supliqué de todo corazón;
ten misericordia de mi según tu palabra.
Consideré mis caminos, y
volví mis pies a tus testimonios.
Me apresuré y no me retardé
en guardar tus mandamientos.
Compañías de impíos me han rodeado,
mas no me he olvidado de tu ley.
A medianoche me levanto para alabarte
por tus justos juicios.
Compañero soy yo de todos los que te temen
y guardan tus mandamientos.
De tu misericordia, oh Jehová,
está llena la tierra;
enséñame tus estatutos.
Bien has hecho con tu siervo,
oh Jehová, conforme a tu palabra.
Enséñame buen sentido y sabiduría,
porque tus mandamientos he creído.
Antes que fuera yo humillado,
descarriado andaba;
mas ahora guardo tu palabra.
Bueno eres tú, y bienhechor;
enséñame tus estatutos.
Contra mi forjaron mentira los soberbios,
mas yo guardaré de todo corazón
tus mandamientos.
Se engrosó el corazón de ellos como sebo,
mas yo en tu ley me he regocijado.
Bueno me es haber sido humillado,
para que aprenda tus estatutos.
Mejor me es la ley de tu boca
que millares de oro y plata.
Tus manos me hicieron y me formaron;
hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Los que te temen me verán, y se alegrarán,
porque en tu palabra he esperado.
Conozco, oh Jehová, que tus
juicios son justos, y que
conforme a tu felicidad me afligiste.
Sea ahora tu misericordia para consolarme,
conforme a lo que has dicho a tu siervo.
Vengan a mí tus misericordias, para que
viva, porque tu ley es mi delicia.
Sean avergonzados los soberbios,
porque sin causa me han calumniado;
pero yo meditaré en tus mandamientos.
Vuélvanse a mi los que te temen
y conocen tus testimonios.
Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,
para que no sea yo avergonzado.
Desfallece mi alma por tu salvación,
mas espero en tu palabra.
Desfallecieron mis ojos por tu palabra,
diciendo: ¿cuando me consolarás?
Porque estoy como el odre al humo;
pero no he olvidado tus estatutos.
¿Cuantos son los días de tu siervo?
¿Cuando harás juicio contra los
que me persiguen?
Los soberbios me has cavado hoyos;
mas no proceden según tu ley.
Todos tus mandamientos son verdad;
sin causa me persiguen; ayúdame.
Casi me han echado por tierra,
pero no he dejado tus mandamientos.
Vivifícame conforme a tu misericordia,
y guardaré los testimonios de tu boca.
Para siempre, oh Jehová,
permanece tu palabra en los cielos.
De generación en generación es tu fidelidad;
tu afirmaste la tierra, y subsiste.
Por tu ordenación subsisten todas
las cosas hasta hoy,
pues todas ellas te sirven.
Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
ya en mi aflicción hubiera perecido.
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
porque con ellos me has vivificado.
Tuyo soy yo, sálvame,
porque he buscado tus mandamientos.
Los impíos me han aguardado para destruirme;
mas yo consideraré tus testimonios.
A toda perfección he visto fin;
amplio sobremanera es tu mandamiento.
¡Oh cuanto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis
enemigos con tus mandamientos,
porque siempre están conmigo.
Más que todos mis enseñadores he entendido,
porque tus testimonios son mi meditación.
Más que los viejos he entendido,
porque he guardado tus mandamientos;
de todo mal camino contuve mis pies,
para guardar tu palabra.
No me aparté de tus juicios,
porque tu me enseñaste.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a tu boca.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Lampara es a mis pies tu palabra,
y lumbrera a mi camino.
Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios.
Afligido estoy en gran manera;
vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
Te ruego, oh Jehová, que te sean
agradables los sacrificios
voluntarios de mi boca,
y me enseñes tus juicios.
Mi vida está de continuo en peligro,
mas no me he olvidado de tu ley.
Me pusieron lazo los impíos,
pero yo no me desvié de tus mandamientos.
Por heredad he tomado
tus testimonios para siempre,
porque son el gozo de mi corazón.
Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos.
de continuo hasta el fin.
Aborrezco a los hombres hipócritas;
mas amo tu ley.
Mi escondedero y mi escudo eres tú;
en tu palabra he esperado.
Apartaos de mí, malignos,
pues yo guardaré los
mandamientos de mi Dios.
Susténtame conforme a tu palabra, y viviré;
y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
Sosténme, y seré salvo,
y me regocijaré siempre en tus estatutos.
Hollaste a todos los que se
desvían de tus estatutos,
porque su astucia es falsedad.
Como escorias hiciste consumir
a todos los impíos de la tierra;
por tanto, yo he amado tus testimonios.
Mi carne se ha estremecido por temor de ti,
y de los juicios tengo miedo.
Juicio y justicia he hecho;
no me abandones a mis opresores.
Afianza a tu siervo para bien;
no permitas que los soberbios me opriman.
Mis ojos desfallecieron por tu salvación,
y por la palabra de tu justicia.
Haz con tu siervo según tu misericordia,
y enséñame tus estatutos.
Tu siervo soy yo, dame entendimiento
para conocer tus testimonios.
Tiempo es de actuar, oh Jehová,
porque han invalidado tu ley.
Por eso he amado tus mandamientos
mas que el oro, y más que oro muy puro.
Por eso estimé rectos todos tus
mandamientos sobre todas las cosas,
y aborrecí todo camino de mentira.
Maravillosos son tus testimonios;
por tanto, los ha guardado mi alma.
La exposición de tus palabras alumbra;
hace entender a los simples.
Mi boca abrí y suspiré,
porque deseaba tus mandamientos.
Mírame, y ten misericordia de mi,
como acostumbras con los que aman tu nombre.
Ordena mis pasos con tu palabra,
y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Líbrame de la violencia de los hombres,
y guardaré tus mandamientos.
Haz que tu rostro resplandezca
sobre tu siervo,
y enséñame tus estatutos.
Ríos de agua descendieron de mis ojos,
porque no guardaban tu ley.
Justo eres tú, oh Jehová,
y rectos tus juicios.
Tus testimonios, que has recomendado,
son rectos y muy fieles.
Mi celo me ha consumido,
porque mis enemigos se
olvidaron de tus palabras.
Sumamente pura es tu palabra.
y la ama tu siervo.
Pequeño soy yo, y desechado,
mas no me he olvidado de tus mandamientos.
Tu justicia es justicia eterna,
y tu ley la verdad.
Aflicción y angustia se ha apoderado de mí,
mas tus mandamientos fueron mi delicia.
Justicia eterno son tus testimonios;
dame entendimiento, y viviré.
Clamé con todo mi corazón;
respóndeme, Jehová,
y guardaré tus estatutos.
A ti clamé; sálvame,
y guardaré tus testimonios.
Me anticipé al alba, y clamé;
esperé en tu palabra.
Se anticiparon mis ojos a las
vigilias de la noche,
para meditar en tus mandatos.
Oye mi voz conforme a tu misericordia;
oh Jehova, vivifícame conforme a tu juicio.
Se acercaron a la maldad los que me persiguen;
se alejaron de la ley.
Cercano estás tú, oh Jehová,
y todos tus mandamientos son verdad.
Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,
que para siempre los has establecido.
Mira mi aflicción, y líbrame,
porque de tu ley no me he olvidado.
Defiende mi causa, y redímeme;
vivifícame con tu palabra.
Lejos está de los impíos la salvación,
porque no buscan tus estatutos.
Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
vivifícame conforme a tus juicios.
Muchos son mis perseguidores
y mis enemigos, mas de
tus testimonios no me he apartado.
Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,
porque no guardaban tus palabras.
Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
vivifícame conforme a tu misericordia.
La suma de tu palabra es verdad,
y eterno es todo juicio de tu justicia.
Príncipes me han perseguido sin causa,
pero mi corazón tuvo temor de tus palabras,
me regocijo en tu palabra como
el que baila muchos despojos.
La mentira aborrezco y abomino;
tu ley amo.
Siete veces al día te alabo
a causa de tus justos juicios.
Mucha paz tienen los que aman tu ley,
y no hay para ellos tropiezo.
Tu salvación he esperado, oh Jehová,
y tus mandamientos he puesto por obra.
Mi alma ha guardado tus testimonios,
y los he amado en gran manera.
He guardado tus mandamientos
y tus testimonios, porque todos
mis caminos están delante de ti.
Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
dame entendimiento conforme a tu palabra.
Llegue mi oración delante de ti;
líbrame conforme a tu dicho.
Mis labios rebosarán alabanza
cuando me enseñes tus estatutos.
Hablará mi lengua tus dichos,
porque todos tus mandamientos son justicia.
Esté tu mano pronta para socorrerme,
porque tus mandamientos he escogido.
He deseado tu salvación, oh Jehová,
y tu ley es mi delicia.
Viva mi alma y te alabe,
y tus juicios me ayuden.
Yo anduve errante como oveja
extraviada; busca a tu siervo,
porque no me he olvidado
de tus mandamientos. SALMOS 119
Datos del Poema
  • Media: 6.02
  • Votos: 82
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,523
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: romeoxjulieta
País: EspañaSexo: Masculino
Fecha de alta: 05 de Enero de 2010
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