Lamento de un pequeñín....

Sólo el cielo conoce mis penurias
y el que ahí habita me puede juzgar;
yo no elegí que así sea mi fortuna
soy niño aún y no tengo culpabilidad.
Quizo el malhadado destino mío
arrojarme de mi desdichado hogar,
alojarme en la cruda intemperie
y sobrevivir gracias al trabajo y la caridad.
El frío muerde mis huesos de noche
estos harapos no pe pueden abrigar;
de día mi tormento es el hambre
ya no hallo consuelo en un pan.
Algunos me llaman bribón, truhán y ladrón
¿acaso ellos conocen mi historia?
yo sólo los escucho y callo
y aveces sollozo en silencio.
Mi cuerpo pide alimento y abrigo
mi alma está sedienta de palabras de afecto
yo quiero rebelarme y reclamar
¡Que hice de malo para así pagar!
Sólo tres cosas le ruego al Señor:
que las buenas personas me puedan ayudar,
me aleje de los malos amigos
y nunca me permita robar.
Alma
Desnuda
23-07-09