Los bordes del silencio.

Los bordes del silencio tienen ese encanto
que algunos no comprenden y lo dan por desahuciado,
es la necesaria quietud que llevamos dentro
cuando hay necesidad de encerrarnos con candados.
Tienen la pureza que a los sueños los redime
de tantas palabras que se gastan en derivas,
son la única verdad que se tiene cuando gime
el alma de dudas y de penas concebidas.
Los bordes del silencio desatan hipocresías
y huelen a encierro cuando en paz te desencuentras,
son el universo de mudas fantasías
que viven en ti cuando a solas te encuentras.