Sereno al recordarte.

Vaya, que sereno se siente recordarte
sin tormentas de hielo en primavera
con la magia de tus ojos verdes que al hablarme
carecen del reproche de una tarde con ojeras,
y si vieras que el amor me ha llegado
tantos veces como fue de necesario
cada tanto lo que pinta por demasiado
se aquieta en mis mares de corsario,
es que te cuento cada vez que necesito
mis escapadas por tejados a escondidas,
buscando esa mirada que hasta mi hijo
pereciera que busca en otras vidas.
Ah! como es que crece mi pequeño
entre tantas nubes de cristales adormecidas?
Será que me llama cuando el viento sureño
me pega en la cara y rompe mi guarida?
O mientras le enseñas secretos de militancia
acaricia tu pelo con mis ojos en tus pupilas?
Sereno mentor de odaliscas que danzan
el himno al amor de aquel dolor suicida.
y mientras tanto, tu recuerdo aún me pertenece
como la marca siniestra en tu sien encendida
esquirla que llevaré mientras él todavía crece
asido a mi alma de tanta madrugada perdida.
Vaya, si contarte que lo imagino crecido
valiente guerrero de causas ya fenecidas,
con la sonrisa del padre y de tanto suspiro
la morena piel de la madre dormida,
y así están las cosas y aunque nadie me cuida
me solvento de muros que creí ya vencidos
sereno al recordarte, con mi mano en tu herida
y el rasguño mortal de caricias y estíos!