¿Sería el beso de un ángel o sería tu beso?

Una sutil brisa acaricia mi rostro
Y juguetea con mi pelo suelto,
Mientras aspiro el olor a salado que emana del universo…
Es el olor a vida…
Es el olor a puertos…
Es la clave que me mantiene en sintonía,
Es la razón de no estar muerto…
Vuelan las gaviotas por los aires
Con su típico estruendo...
Mientras que en la orilla de una playa,
Se asolean mis recuerdos...
De vez en cuando aspiro el mar...
Aspiro el cielo…
Para llenarme de la vida,
Que rompe todo silencio...
Caminando por la playa
Descalza…
Siento el masaje perfecto,
Para mis plantas...
El contacto con esa arena tan fina y tan blanca
Estimula más aun a mis sentidos y mis ansias…
¡Y mi espíritu se levanta!
Extiendo los brazos al cielo…
En una entrega absoluta,
Soy libre en el destierro de mi paz que ahora gobierno...
Diviso las caracolas,
Hacia ellas voy corriendo...
Recuerdo que cuando era niña…
Las escuchaba sonriendo…
Sus cantos aún resuenan,
En sus cubículos de tiempo...
Y mis recuerdos ahora afloran,
Como el sudor por mi cuerpo...
En éxtasis me encuentro sola,
Poseída por el viento...
Atrapada por las olas,
Acompañada de otro tiempo...
Las miradas de gaviotas,
De zancudas y cangrejos,
Se posan sobre mis ojos,
Que de amor están sedientos…
Todos se confabulan
Van en busca de una banda marina
Se convocan
Han hecho ahora una ronda alrededor de su madrina…
¡Que lástima que ahora despierto!...
Porque las olas desentonan…
Y me encuentro arrullada, por múltiples caracolas
Con el pelo enmarañado…
Los cangrejos a los lados
Y un sabor salado en los labios
Será que algún ángel travieso
De mis labios habrá hecho eco?
No, estoy segura de que fuiste tu “hecho tiempo”…
El que me ha besado…presintiendo…
Que mi reloj,
(Que parece un adefesio),
Ya no andaba tan ligero…
Y se venía cansando,
De recuerdos y recuerdos…
Por lo que le inyectaste vida a través de mis labios
Ya lo voy comprendiendo…
Ahora lo voy sintiendo…