Cuando quieras rodear mis halos profundos
con la mágica luz que irradia tu mirada,
el cielo y su magia serán los iracundos
que nos hagan soñar entre cuitas calladas.
Cuando sepas en donde vertí mis adoradas
formas de moldear tu cuerpo infinito,
cuando sepa el misterio de lo mucho que guardas
en tu piel rodeada de continentes fortuitos.
Cuando quieras hurgar en mi quieta intimidad,
y las caricias detengan el paso del tiempo,
al mirarte en mis ojos, sabrás que es verdad,
el fuego interior con el que hoy te alimento.
Y entonces ya nada, habrá que me inquiete,
pues tu gemir agregó la palabra encantada,
entonces no pidas que de tu cuerpo respete
lo que en silencio repites, sin decirme nada.
Elsa Fariña y Dany
09-05-03