Cuando pienso en vosotros dos,
perdonarme,
pero me encuentro sólo
no hay nada que me cure.
Esta vida no la aprendí
y sin embargo no para de rodar.
Pedidme, dirigidme, salvadme
Cuando pienso en vosotros dos,
perdonarme,
pero me encuentro sólo
sólo existe mi mal hacer,
mis sueños derrochados,
el daño que lleváis de mí
que ya no puedo curar
Cuando pienso, perdonadme,
son tan pocas veces,
pero aun así el daño que siento es grande.
Si estuvierais aquí.
Sabéis, pienso en vuestra nieta,
y me alegra el corazón.
Siendo así,
la alegría que os pude dar como hijo
me reconforta.