Viajamos persiguiendo una ilusión,
la fe y la esperanza nos falto
supimos resignarnos al dolor
y de vivir sin odio ni rencor.
Viajamos sin querernos detener,
Ansiosos de llegar,
al fin queda la dicha
de saberse amar.
Asidos de la mano
y con la cara al sol,
nos fuimos compartiendo
placeres y dolor,
pero al llegar la tarde
trajo el hastío,
y sueltos de la mano
se escapó el amor.
Si acaso me llamaras por amor
o apenas sospechara en dónde estás,
luchando contra el mundo y viendo a Dios,
iría tras el eco de tu voz.
Abriría mis brazos como cruz,
mostrando el corazón,
te daría mi vida
en besos de amor.
Asidos de la mano,
volvamos cara al sol,
Luchando y compartiendo
placeres y dolor
y aunque venga la tarde,
y caiga la noche...
El sol de mi esperanza
lo tendré en tu amor.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!