Lo que esta a mano, es lo que tengo,
dolor, amor y una esperanza muerta
de frío, aun sin franquea una puerta,
pero; a pesar yo aun no me detengo.
En mi cuerpo hay rasgo de flamenco,
solo, al capricho del tiempo flamea,
en son de la música ya no se menea.
Ahora desea sopa caliente en cuenco.
El miedo quedó en los desiertos días,
tal vez duerme solo, entres las vías.
A favor del viento sigo mi camino
el sendero no es verde como antes,
en este cruel mundo de los fasantes.
Emigrante ni siquiera es; peregrino.
Autor: Alcibíades Noceda Medina