Tu mirada se clavo en mis ojos,
y sin abrir los labios
me dijiste que te ibas...
Aprete tus manos, y en sollozos,
¡te implore que no te fueras!,
que el camino era largo todavia,
susurraste unas palabras diciendo,
que tu andar era mas corto cada dia...
Y nuestras lagrimas se mezclaron,
como se mezcla el mar en el cielo,
con esa inmensidad indescifrable
que se confunde el principio con el fin...
Asi fue nuestra amistad, amiga mia...
no se como empezo, pero fue creciendo,
en cada ola de sinceridad,
de momentos sin tiempos,
de tiempos sin horas,
de horas con espacios para volver a vivir
los recuerdos compartidos...
No se cuando nacio nuestra amistad,
pero estoy segura,
que como el mar, no tiene final,
quizas alla en la inmensidad del infinito
te vea sonreir,
o tal vez aqui, de alguna forma
vuelva a sentir el calor
de tu mano amiga...