Una y cuarenta de la mañana, no puedo dejar de admirar tu bello cuerpo sobre la cama, tan bella como una gazela hechada en la pradera.
Mujer tan fantastica, tan real, con inocensia y dulzura de niña pero, con toda la pasión de la mujer que sabe amar.
Duerme tranquila amor mio que yo cuidare de ti como un angel guardian, cual feroz dragon velare la entrada al castillo de tus sueños.
Al mirar tus labios.. fruto del paraiso.. quisiera besarlos y no me atrevo, prefiero contemplar asi tu belleza, cual angel dormida sobre las nubes, con tu pelo rizo y tu ojos de miel.
Princesa de cuento de hadas, tienes en tu alma la esencia divina de una diosa hecha mujer.
Mañana al abrir los ojos el sol brillara y nacera un nuevo dia, un millon de rosas adornaran tu camino y yo dare gracias a Dios y a la vida por ponerte en mi destino.