Dame la fuerza para vencer
este dolor que me domina,
esta tristeza que alimenta
de nada mi energía,
esta inspiración malsana
que día con día
me lastima.
Dame el impulso de quiero
para marcharme y hacer de mi vida
lo que quiero,
amar… tal vez a nadie
pues es la sombra
de la soledad
que me persigue,
y esta pena, esta nostalgia
me quema el corazón.
Dame esa dosis de alegría,
la que tanto pido
y te lloro y es a pausas
que me das, dame…
esa tranquilidad que mi mente
ansia, y es una falsa algarabía
que siento en mi interior.
Dame… si, dame la inocencia
ya perdida, la del niño que fácilmente
olvida, y es el anhelo para vivir mejor.