Te sonríes colgada,
del ultimo beso,
que se nos resbalo, mientras nos mirábamos, descuidadamente, te quedaste atrapada en el andariega; y despistado colgajo de mi esperanza, que se envuelve
con la locura, que me delata, que me acusa que te extraño
cada amanecer,
cuando me fanntasmeas,
desde algún rincón de mi memoria, de mi destino, te sonríes desde lejos, cada vez que te recuerdo, cada vez que siento tu respirar, al lado de mis besos, esos que nos dicen por donde ir, se su causa, y también las mías, que cada día, menos se disimular.