Vuelve a taparme y despacio camina,
como siempre va en busca del delantal,
ya en tare, hay sonido de metal
el brindis es de vasos en la cocina.
Se agita noticia periódica.
En el posar de la taza suspira
claridad. Si estoy despierto ella mira,
en todo lo hace, es muy metódica.
En silencio emite toda ternura,
como el aroma del café colando,
que llega al sentido casi soñando,
me llega su voz de ángel de la altura,
no es ninguna metáfora del cielo,
con mi reina prefiero más el suelo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina