Señora… no llore… no llore
porque los ojos se me humedeces sufridos,
cual viejo dolor, ya viejo y fuerte espina,
cuando llora,… Señora, mi corazón también lo hace.
Señora… y cuando respiras fuertemente…
tal vez recuerda a su hijo ausente a quien dejo,
ese hijo esta sufriendo, porque la vida no esta sin madre;
Madre Maria de quien la vida desayuda los dolores en sus ojos.
Señora… tampoco suspire como ave en la mañana,
su hijo ya ha regresado, pues te tanto llanto, su llanto
a golpeado, como trueno sobre un árbol… y mas solo mira
a las estrellas, que en cada una, hay una lagrima,
en cada una esta su rostro, pero acaso, si usted voltease
a sus espaldas, este su hijo llego temprano y la quiere
y la adora, en cada noche que usted lo recuerda;…
¡Este su hijo quien hasta ahora llora,…Soy Yo!
Creontte Idilio
Agosto del 2006