Eterna esperanza

Soy de aire, de arena y de agua a veces;
me viste el fuego de tu boca y tu voz dulce
me quiebra tu silencio a ratos, cual frágil hoja
me duelen las humedades de tus dolores todos.
Se desviste mi alma en tus brazos de verano
y se cuelan revoloteando eternas mariposas azules
en esos trazos míos de aprendiz de poeta.
Así junto a tu cuerpo revestido de quimeras,
mi alma vuela a la libertad de los trinos
a nombrarte amor mío, dueño de mis versos
y es allí donde sí me atrevo, a reclamarte
el beso que me debes y que mi boca tanto ansía
cual noble damisela que solloza esperando en el camino
que regreses de los tiempos del destino histórico que separa,
tu alma gentil de la mía como nublados nubarrones que acopian
la distancia cual cruel lluvia que nos nubla entornando la mirada
para que en ese dulce sueño donde ayer busque tu labios;
se vuelvan otra vez ,alondra que cante libre al sereno
como solía hacerlo, tallando mi corazón de jilguero
asomando a tus ojos y derrotemos juntos al viento.