Si yo tuviera!

Si yo tuviera algunas penas menos
sería el dichoso amor que has extrañado
cuando llueve en la tarde y asoma el lucero
al resplandor cálido de tu cuerpo inmaculado.
Si yo tuviera sobre el alma el aliciente
de alguna pureza que vierta mis costados,
tendrías la vida mía y casi el imprudente
elixir de amarte en goces inimaginados.
Si yo tuviera la paz que hoy me esquiva
y el dolor se fuera de esta tierra derrotada,
quisieras en mí volcar tus versos en derivas
ausentes de malicias y llenas de miradas.
Si yo tuviera algunas penas menos
que hermosa tu boca en mi alma quedaría!
cual aquellos amantes que al verse son sinceros
y saben que la noche no termina con el día.