Sé, Señor, que Tu Vara y que mi vara
Dan distintas medidas al medir
El valor de las cosas que nos pasan.
Si no hay Vida, Señor, tras de la Muerte,
Sólo lo que nos pase en esta Vida
Nos dará de ella su medida exacta.
Señor, Tú nos has dicho,
Que la Vida del Hombre,
Comienza, cuando muere, en La Otra Vida,
Donde las cosas su valor invierten
Para cobrar, definitivamente,
La eterna dimensión de su medida.
Jesús, si ésto es así,
Y pues Tú me lo dices Yo te creo,
Da Sentido a mi vida sin sentido.
Da a mi vida sin Vida, Nueva Vida.
¡Enséñame a medir, según Tu midas!.
Sólo así, Jesús Mío, sólo así,
Tendré por Bendición mi Sufrimiento,
Y el más grande Consuelo tendré en Ti.