Siempre contigo.

En ti encuentro la calma que el mundo no me da, una paz que no tiene nombre pero que siento en lo más profundo. A tu lado, el ruido se apaga, y todo lo que importa es este instante, este latido que compartimos sin palabras. Contigo, no hace falta pretender, puedo ser yo mismo, sin miedo a caer, porque sé que estarás ahí, como una roca firme en medio de la tormenta. Cada día lejos de ti es un recordatorio de cuánto deseo caminar este camino juntos, de cuánto anhelo el día en que las distancias se acorten, y nuestras vidas se entrelacen sin prisa, como las ramas de un árbol que crece con el tiempo. Y mientras ese momento llega, te llevo en cada pensamiento, en cada suspiro que me recuerda que el amor no entiende de tiempos ni de espacios, solo de corazones que se encuentran y nunca se sueltan.