Mañana me vestiré, con tus ausencias
dolor de otoño, que nunca termina,
azar de la vida, dulce inocencia
tendré en mis manos, tu melancolía.
Mañana acusaré de nuevo el destierro,
partir de vuelta a tierras de utopía
versos que al mar difunden un duelo
poemas ausentes tan solos de vida.
Mañana de nuevo concurriré a visitarte
donde vistes de oscuro a la luz de tu día,
unas rosas para poder imaginarte,
un solo ramo quedará en tus pupilas.
Mañana hablaré tan solo de ausencias,
la tuya perdura en toda el alma mía,
te fuiste un agosto, muriò la inocencia
y el perfume esparció mis ojos en tus pupilas.