Si miro tus labios, es cuando olvido
el mundo, poco y nada importa infierno,
incluso el paraíso. Vendrá invierno,
menos me interesa si estoy en tu nido.
La fibra de mi cuerpo no responde
ante tu belleza, mi mano es pecador
bajo tu sabana blanca, busca el amor
en todo los lugares que corresponde.
En el nido revuelto hallo el tesoro,
cual fuera mito sagrado se esconde,
pero al momento del amor responde.
Fervientemente de ti todo adoro,
a tu oído oro mi oración extraña
y a la gloria y milagro, nada empaña.
Autor: Alcibíades Noceda Medina