Cual gota de rocío enmedio del desierto,
después de haber sufrido de una terrible sed,
tú llegas a mi boca muy sigilosamente
y limpias mis pecados, haciéndome el amor.
Me tomas de la mano, susurras a mi oído,
me pides mil perdones por hacerme sufrir;
me prometes tu vida al lado de la mía,
compartiendo momentos que faltan por venir.
Yo me quedo dormida, después de la sorpresa
y no sé lo que siento solo puedo decir,
que no supe si sueño o ésto fué verdadero
pero voy a intentarlo, lo quiero revivir.
Espero que retorne a mi alma la esperanza,
el amor ya perdido y esa vieja ilusión;
y al verlo junto a mí, regrese la alegría,
que palpite de nuevo mi tonto corazón.