No más promesas,¡déjalas!
fuimos muy impacientes para
amarnos, sin medidas,tanto
que nos ahogó, el silencio
se hizo dueño de nuestros
pensamientos, de nuestros
corazones,de nuestras almas,
hasta desgarrarnos y gritar
nuestros diferentes caminos,
aún sintiendo que nuestros
corazones palpitan al unísono,
que nuestras manos siguen
unidas, entrelazadas por el
amor, como las hojas en los
árboles en los días de
inviernos, como un niño al
tibio regazo de su madre,
más las huellas de nuestros
caminos, marcan diferentes
rutas,entonces sigámoslas,
no vale la pena atormentarnos,
con promesas que nunca serán
cumplidas, por eso, no mas
promesas
¡déjalas ya de hacerlas!