Me vas a extrañar -dueño absoluto-

Rocé tu boca con cada una de mis yemas,
para llevarme completa en ambas manos
esa suavidad exclusiva de tus labios,
que ha sido mía en circunstancias extremas.
Toqué con mis besos todo escondite,
cada cima y declive de tu silueta,
para no extrañarte cuando te recite
al pedirle tu regreso al fugaz cometa.
Pinté en el lienzo de mi memoria,
usando como pinceles tus caricias,
ese paisaje de agonías ficticias
en el que mi ansiedad se moría.
Tomé de tu alma todo, hasta sus recuerdos
logrando asegurarme que cuando partieras
no hubiera duda de que a todos dijeras
quién es el hombre culpable de tus desvelos.
Porque, vas a extrañarme cuando sonrías
y veas que no estoy allí contemplando
entonces poco a poco se irá apagando
esa felicidad conforme pasen los días.
Me vas a extrañar, de eso yo me he encargado
desde la primera vez que pusiste en mis brazos
tu cuerpo desnudo y dormido junto a mi costado
haciéndome dueño absoluto de todos tus trazos.