1.
Señor, si es la Razón
La que a Ti me asemeja
Y si es la Fe, Señor,
La que hasta Ti me lleva,
¿Por qué Razón y Fe
Combaten entre Ellas?
¿Por qué Razón y Fe
El trágico dilema me plantean
Entre el “Ser” o el “No-ser”
Que impregna de su Angustia a mi Existencia? 2.
La “evidencia” se queda en las Cosas
Que mides y pesas
Y, sólo por eso,
Ciencia haces con Ellas.
Después, esas Cosas
Te atan a La Tierra
Y atado te quedas:
Reina la Materia
Que Ellas representan.
Las “creencias” las Cosas trascienden
Hasta hacerse Fe,
Al margen de la Ciencia.
Después, esa Fe
Hasta Dios te eleva.
Y ves que no todo
Lo explica La Ciencia.
Y ves que hay más Cosas
De las que se ven.
Que el Ser es primero.
Después, el Saber.
Cuando al Mundo vienes
El Mundo ya es.
Sólo Dios ya era
Antes de ser él. 3.
No hay Preguntas que en Dios
No tengan su Respuesta.
Su sola razonable explicación.
Ante cualquier Incógnita
Que resolver no puedas.
Ante cualquier Misterio
Que explicación no tenga,
Empezando, primero,
Por tu propia existencia
Y por tu muerte terminando luego,
Sólo a Dios como Hipótesis
Que recurrir tendrás.
Ninguna otra cualquiera
Te servirá. 4.
Cuando juzgues a Dios
Escucha al Corazón,
No a tu Cabeza.
Que el Amor te hace ver.
La Soberbia te ciega.
Y lo que todos vean,
Sólo eso vas a ver.
Quedarás atrapado en la Evidencia.
No podrás trascender
Más allá de ella. 5.
Si Dios es un Misterio,
¿Podremos encontrarle
Por más que le busquemos?
Dios nos da la Razón
Y Hombres nos hace,
Pues quiere que seamos
A El semejantes.
Pero si la Razón
Sólo dudar nos hace,
¿De qué nos va a servir
Para encontrarle?.
La Razón, por sí sola no nos vale.
Por eso Dios nos da también la Fe
Para que aunque se esconda a nuestros Ojos
Le podamos, al menos, entrever,
Dudar de nuestras Dudas
Y empezar a creer. 6.
Todos tenemos razones.
Nadie tiene La Razón.
La tiene Dios.¡y se esconde!.
Solo me deja la Fe.
Sólo a mi Fe le responde.