Ya no siento la risa de aquel
viejo sereno, que me contaba
historias de las guerras
y de su pueblo, se ha quedado
para siempre dormido en un sueño eterno,
Sus arrugas marcadas por el paso
del tiempo, y el dolor de su cuerpo
que lo dejo sin caminar durante mucho tiempo,
El pobre hombre sufría por no poder volver a su pueblo.
Murió en compañía del silencio,
junto a él estaba yo, y la vieja foto de la que fué su gran amor.
Ya descansa en paz mi anciano al que con amor cuidé, al que le escuchaba sus historias, al que que jamás olvidaré.
El erá todo filosofía con sus palabras
tan sabias, y me contaba sus cuentos,
sus batallas y hazañas,
ya se ha quedado dormido,
ya su risa se apaga,
ya su voz calla,
ya su sonrisa se va asomando por la
puerta de su alma.
Su espirítu luchador a partido en un viaje
eterno, donde podrá caminar, donde podrá volar, donde a los ángeles sus historias contará.
Donde Con su amorosa sonrisa el cielo
iluminará. Dedicado A mi Anciano querido al que cuidé con mucho Cariño.