Deja volar tu pluma
con inigualables versos,
vente a escribir
con ellos dulces ternuras,
sueños de nubes celestes,
tardes enarboladas.
¡Como se extrañan !, tus versos, amigo
como la espiga que se mece
en la tibia tarde de verano,
como el agua que fluye
de un manantial cercano.
¡Ven, que te esperamos!
a reir bajo la luna,
aguardando silentes
a la viera del camino
a ver si pasas escribiendo
los versos con que nos deleitas,
con que nuestros ojos iluminas
cual noche de luna estrellada.
¡Ven amigo! y deja girar la pluma
en el torrente de poeta
que nace de tu pecho
y engalana estas páginas..