“Lleguen mis versos a donde estés . . .â€
El gran Alberto Cortez
escribió, con sensatez,
a todas aquellas cosas
de la vida más hermosas.
Con simples, no complicadas,
metáforas educadas
para un árbol, para el alma,
pa’ “Las moscasâ€, muy en calma.
Estudió en Conservatorio,
musical adoratorio,
compuso bien, sin premura,
las “Miguitas de ternuraâ€.
Construyó al fin sus “Castillos
en el aireâ€, asaz sencillos,
“Aromas†fueron sus versos
de métrica, rima, intensos.
Aconsejaba, pensante:
“Camina siempre adelanteâ€,
caviló filosofando
 “Andar por andar, andandoâ€.
Sin ser de aquÃ, ni de allá,
ni de acá, ni de acullá,
recorriendo el universo
musical de modo terso.
Fue “La Voz de la Amistadâ€,
un artista de verdad,
le gustó el número tres
al fiel Alberto Cortez.
Que linda la melodÃa
aquella: “Como el primer dÃaâ€;
cientos fueron sus creaciones
benditas todas canciones.
Interpretó a otros autores,
a excelsos compositores,
de Atahualpa, de Cabral,
fue su amigo leal, formal.
Ganó cuatro Discos de Oro,
un Grammy, el mejor del foro,
gentil trovador viril
fallece este mes de abril.
“Cuando un amigo se vaâ€
mucha tristeza nos da,
más, si el amigo es cortés
igual que Alberto Cortez.
Quien, por hoy, asà termina
su vida genial, genuina,
cumpliendo todas sus metas,
de luto están los poetas.
La pena invade a Argentina,
toda América Latina,Â
España, Francia, el mundo,
México, en dolor profundo.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 04 de abril del 2019
Todas las palabras que aparecen entrecomilladas, excepto: "Lleguen, mis versos, . . . a dónde estés" y “La Voz de la Amistadâ€, son tÃtulos de canciones de la autorÃa de Don Alberto Cortez . . .Â
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