La soledad de la silla

Un mate aburrido de ser saboreado
por una sola boca mordida con despecho,
los pulmones que silban los cigarrillos
quemados con el desprecio de la propia vida
que se marcho hace mucho tiempo.
Un tango tristón en el fondo del silencio
marca en horas el reloj del desconsuelo
y unas gotas de lluvia atrevidas golpean
la puerta de los recuerdos.
La silla solitaria refleja la fotografía
en la casa oscura, sucia y vacía.
Los pájaros en el alero cierran sus picos
cómplices del silencio, y en sus ojos abiertos
vacíos de esperanzas por nuevos vuelos.
denotan la tristeza por nidos vacíos
de amor eterno
Las nubes grisáceas en el firmamento
remarcan el luto que llevo por dentro,
y lloran los árboles en hojas secas
amarillas y ruidosas como mi llanto seco.
Edgardo Ruiz Beldarrain
10-10-09