Soliloquios en Notas Atropelladas

Es decir, sólo un loco hablando solo

Fiesta de las letras y de locos que sueñan
Atropello de visiones 
suspiros de la magia…
lividez de los aromas en ráfaga de versos
en un revuelo de golondrinas.

Aleteo de emociones al través de ventanas 
puertas de alegría.
Hagamos velas para los botes 
Que no van a ninguna parte. 
Busco tiempo para mirar
Cosas, gente, como tesoros.
Se me escurren y disuelvo
Al través de la mirada
transiciones en la ciudad 
para no perder tiempo.

Obligada prisa 
Inexorablemente me quita el sueño 
Este mirar urgente y esta voz 
Sonrisa joven de un viejo que sabe morir 
por cada sueño
Sabiduría ingénita y celosa.

Miradas previas, repentinos trinos.
Vivos colores, márgenes de geografía 
ignorando el central escaparate de las cosas.
Desdoblo siglos de oro en mi ser.
Acelero rachas 
–empujo la quilla hendiendo el horizonte –, 
repongo el tiempo que nunca pude tener.

¡Qué cosas te diría si yo fuese tú!
Mi corazón 
Ha sido como una alcancía 
en la que he depositado
Una moneda de cada día
Poemas que te he cantado.
En el paso invisible de mis ojos.

Cuando quiero llamarte me vuelvo un nudo marinero
Lágrimas tengo llenas de sentimientos, 
como la angustia de un náufrago en la noche.
Palabras, signos, símbolos, sentimientos
buscando colapsar el idioma.

Luego escurro con mis manos 
En una sola pincelada 
Nubes refrescantes para días soleados 
humedeciendo y ventilando la imaginación...
¡Para ingresar en tu corazón!