Deseo me provoca tu amazona figura,
son tan bellas tus mejillas sonrosadas,
tus labios son jaleas tornasoladas,
tu suave voz, es acento de ternura.
Como no quererte pequeña criatura,
tus mansos ojos son de enamorada.
Pecado provoca tu sonrisa delicada,
es remanso, pasión de expresión pura.
Tenerte, mi corazón a Dios invoca,
me quema ansiedad por besar tu boca,
entonces en ella un momento me perdí.
Tus ojos tienen luminancia extraña,
esa clara luz ilumina mi entraña,
que sea eterno al cielo le pedí.
Autor: Alcibíades Noceda Medina