Las experiencias de la vida nos hacen lo que somos;
somos una pasajera nube blanca que se aleja,
que se pierde hasta donde nuestra vista alcanza;
somos los segundos que perecen al pasar la manecilla,
somos la hoja que se desprende del árbol con un soplido,
somos la vela que quieta se consumió en un parpadeo.
Hoy falleció mi padrasto;¡que desgracia, que dolor, que luto!
hoy su vida terrenal termino y paso a ser parte de la eternidad,
pero dejo en su ida corazones destrozados y marginados;
marginados al desconsuelo, a la tristeza, a la noticia de
que su voz no estará más haciéndole contraste al ambiente,
de que sus ojos y su vida se apagaron y dijeron hasta pronto.
Mi padrasto falleció hoy; fue inesperado, repentino, mordaz.
Falleció de un fulminante infarto, su corazón no era tan fuerte.
Mi padrasto era orgulloso como todo hombre con tristeza,
por su juventud campesina era tan fuerte como mil leones
y su robustez era igual a mil toros feroces y fornidos.
Ayer sus regaños y consejos que molesto ignoré,
hoy mi mamá solo es llanto, día y noche le llora,
mi hermanito ya no tiene papá ahora me toca a mi protegerlo.
Hoy en casa una altar en la sala con una foto suya
y una imagen de la virgen a la que rezamos por su alma.
A la memoria de C.A.R.A
cristopher antonio moraga
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
08/09/10